domingo, 16 de noviembre de 2014

Cuna del Castellano

Códice Emilianense expuesto en una vitrina del Monasterio
de Yuso en San Millán de la Cogolla.
En una época en la que los anglicismos, las canciones, la televisión, los  sms, los whatsapp etc están influyendo masivamente en nuestro idioma, a veces para mal, otras para bien. Quiero recordar los orígenes del castellano, uno de los idiomas más ricos del mundo. 

Hoy día se duda de cual fue realmente la "cuna del castellano" porque aunque dicen que fue en el monasterio de Suso ( San Millan de la Cogolla)
donde un monje copista fue anotando algunas palabras en los margenes de un codice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X principios del XI, en Valpuesta (Burgos) existen unos documentos escritos entre los siglos X y XII, algunos copias de otros que se remontan al siglo IX y que serían el primer testimonio escrito del que se tiene noticia de un dialecto romance hispánico. Por otro lado recientemente, el filólogo Gregory Kaplan (Universidad de Tennessee, Estados Unidos) ha defendido que la auténtica cuna de la lengua castellana está en Valderredible (Cantabria). Las iglesias rupestres de este enclave cántabro constituyeron un foco importante de peregrinaje, por ser el centro del culto a San Millán. El prestigio de la variedad local allí usada hacia los siglos VI-IX d.C. hizo que el castellano de Valderredible se diseminara como el primer castellano estándar, que los peregrinos llevaron a sus regiones de origen, donde seguiría evolucionando.

Lo que está claro es la importancia filológica que han tenido hasta el siglo XX como primer testimonio escrito las Glosas Emilianenses, que contenian un dialecto romance hispánico, es decir, la lengua vernácula hablada por entonces por el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil de las cuales unas cien están en romance navarro-aragonés en su variedad riojana, contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.



Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas: latín, un romance hispánico (bien navarro-aragonés en su variedad riojana, bien castellano con elementos riojanos y vascuence medieval), entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino.


Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla (Millán o Emiliano procede del latín Aemilianus), perteneciente a La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra, situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después. Su valor se descubrió en 1911, cuando Manuel Gómez-Moreno, que estudiaba la arquitectura mozárabe del Monasterio de Suso, transcribió todas las glosas, alrededor de mil, y se las envió a Ramón Menéndez Pidal.

GONZALO DE BERCEO  Vida de Santo Domingo de Silos
Escritorio de Silos o de San Millán de la Cogolla siglos XIII
XIV
El Monasterio de Suso ("de arriba") se encuentra dentro del recinto urbano de San Millán de la Cogolla al igual que  el Monasterio de Yuso («de abajo»). El Escritorio de San Millán es uno de los más antiguos de Europa, convirtiéndose en un centro de cultura muy importante, muestra de ello son la magnífica colección decódices que se conservan. Entre los más importantes están el Códice 60, donde se encuentran las Glosas Emilianenses, algunas de las primeras palabras en euskera y en navarro-aragonés, confundido durante décadas con castellano primigenio, por lo que San Millán es conocida como la "Cuna de la Lengua". Gonzalo de Berceo, primer poeta castellano conocido, sirvió al monasterio como notario. La biblioteca y el archivo están considerados como uno de los mejores conjuntos monásticos. Las razones históricas, literarias, artísticas, así como el conjunto monumental, hicieron posible su declaración como Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1997. En la actualidad el Monasterio de San Millán de Yuso está habitado por frailes de la Orden de Agustinos Recoletos. En cambio el edificio de arriba, Suso, es propiedad del Estado, y no vive nadie en él desde la Desamortización de Mendizábal.


Los libros más antiguos conservados en el Monasterio de Yuso en San Millán


Detalle del interior del Monasterio, por donde en el soslticio de primavera 
los rayos de sol atraviesan esos circulos que se ven en linea oblicua hasta 
el suelo.








Espero que os haya resultado interesante, yo no sabía tanto de nuestro castellano hasta que visité este espectacular lugar, y me encantó.

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¡Nos vemos en la siguiente historia!

2 comentarios:

  1. ¡¡Mi más sincera enhorabuena por esta entrada!! Excelente documentación escrita y fotográfica!!! Tan solo haría una observación: Echo de menos algo más de información sobre Gonzalo de Berceo, dada la importancia capital de su obra y en el hecho de ser considerado el primer escritor en Lengua Castellana. Te tiro el órdago para la siguiente...

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    1. Muchas gracias!!! Fue toda una experiencia pasear por el monasterio y por eso es de lo que hablo principalmente, no rechazo tu órdago, jiji, en tener tiempo .....algo haré ;)

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