martes, 17 de junio de 2014

Camino de Santiago "el lado femenino" 4ª semana (5 de 6)

Sin duda las etapas más hermosas del Camino por sus paisajes y por la variedad del trazado, especialmente por sus pueblos, hay quien la considera dura, pero para mi a estas alturas caminar se ha vuelto rutina y el peso parte de mi, con lo cual lo que hago es disfrutar del paisaje. 

Me hace mucha ilusión caminar sola, noto seguridad y disfruto del silencio de los caminos. El olor de la tierra, el color de los bosques, del cielo, de las flores, el canto de los pájaros, especialmente la ilusión de escuchar cantar un cuco de verdad, en directo!!!. Y esas vacas pastando a sus
anchas en tiernos y verdes pastos ¿como no va a estar luego rica esta carne? 

Esta semana se caracteriza no solo por los paisajes maravillosos sino también por el desnivel, subidas y bajadas importantes. La salida de Rabanal del Camino es en ascenso hasta el Monte Irago, poco antes de llegar a Fonsebadón a la derecha se encuentra la Fuente del Peregrino. A menos de 1 km del pueblo y poco antes de llegar a la cumbre (1529 m), el punto culminante del Camino, se encuentra la Cruz de Hierro, que marca el limite entre la Maragatería y el Bierzo. Según la tradición aquí el peregrino debe depositar una piedra que supuestamente habrá traído desde su hogar símbolo de las cargas y culpas que haya ido cargando durante su vida, !aunque por el tamaño de las piedras depositadas, pocos pecadores pasan por aquí¡. Otra teoría es la de los "Montes de Mercurio" de naturaleza celta, con los que los caminantes señalaban, mediante montoncitos de piedra, lugares estratégicos de los caminos y que luego se cristianizaron con cruces.

Pasado el Monte Irago comienza la bajada aunque no la aprecio  hasta pasado Manjarin lugar tan pintoresco como su hospitalero, Tomás "el último templario".  En El Acebo con casas de piedra, tejados de pizarra y corredores de madera, cabe destacar una herreria medieval que todavía está en funcionamiento, movida por las aguas del río. Esta etapa la termino en Molinaseca en el acogedor Albergue Santa Marina, cuyo hospitalero Alfredo Álvarez y su esposa atienden con un trato familiar, recuerdo un buen vino casero y una estupenda conversación mientras esperaba para sellar la credencial y registrarme.

Magnifica Glicina “Wisteria sinensis” en un lateral del edificio
de la Casa de los Escudos en Ponferrada.
Mi paso por Ponferrada fue rápido pues ya había visitado esta ciudad en otra ocasión, sin embargo no pude evitar recrear la vista en el famoso Castillo Templario tan magníficamente conservado, otros edificios interesantes de ver iglesia barroca de San Andrés s.XVII; torre renacentista del Reloj; Casa Consistorial s. XVII en la actualidad acoge el Museo del Bierzo; Real Cárcel s.XVI de estilo renacentista; casa de los Escudos s.XVIII pertenece al barroco tardío en 1989 fue reconstruido por la escuela taller de Ponferrada y hoy alberga el Museo de la Radio "Luis del Olmo".

En esta zona se entra de lleno en la "olla berciana", tierra de vinos como refleja su paisaje. 

Tras comer en Cacabelos, pueblo de tradición vinícola hasta el punto de ser Sede del Consejo Regulador Denominación de Origen Bierzo y echar una siesta sobre el tierno cesped que rodea la orilla del Cúa, me dirijo a Villafranca del Bierzo disfrutando del paisaje pero el cansancio de esta etapa 30,7 km con un caluroso día hace que se me acaben las "pilas" nada más llegar a Villafranca,  por lo que no bajo al Albergue y me quedo en un coqueto microhostal que hay justo a la entrada del pueblo a la derecha, ¡que no viene mal descansar de ronquidos al menos una vez! y que gran suerte tuve porque había mucho más de lo que esperaba, tranquilidad, una decoración con muchísimo gusto y una atención especial de sus propietarios Herminio y Pilar, que detallazo tuvo Pilar me dejo un ¡secador de pelo! jiji, el desayuno  como una reina con vistas a su palacio. Os lo recomiendo La Puerta del Perdón.

Villafranca del Bierzo bien merece un post a parte, ciudad declarada conjunto histórico artístico, antigua capital de esta legendaria comarca, en la embocadura de los valles de los ríos Burbía y Valcarce, es un territorio vinculado con el paraíso terrenal para las civilizaciones de la antigüedad, de ahí su nombre del Bierzo, derivación de bergidum (tierra fértil y celestial). Entre sus múltiples iglesias destaca la iglesia de Santiago s XIII, donde por bula papal de Calixto III, el peregrino que llega a ella y no puede seguir el Camino por enfermedad u otro imperativo mayor, queda eximido de llegar a Santiago. Fue repoblada por familias francas y apodada "la pequeña compostela".  En la calle del Agua con casas blasonadas destacan el palacio de los Marqueses s. XVI o el del obispo Torquemada s.XV.

De Villafranca a La Faba otro día de calor y la subida que hay pasando Las Herrerias que la subo pocas horas después de comer, me resulta la peor del Camino  con lo cual ese día que debía terminar en O Cebreiro y a pesar que existen por el camino bastantes fuentes donde refrescarme, decido terminar en La Faba, como el día anterior fue otro acierto pues descansar en el entorno del albergue Alemán de La Faba era como estar en el paraíso, ¡aquí si que había silencio! roto solo de vez en cuando por el relinchar de algún caballo o el cencerro de las vacas. El orden y la limpieza en la cocina-comedor del albergue, extraordinario.

En el camino hacia Triacastela  conozco gente nueva de Salamanca y de Dinamarca, nos cruzamos con rebaños de ovejas y con vacas que pasean a sus anchas. Maravillada con el pueblo de O Cebrerio con sus "pallozas" y la curiosa historia del milagro del Santo Grial.

El albergue municipal de Triacastela muy bonito por fuera pero mucho que desear por dentro, aunque la estancia fue compensada gracias a compartir una merienda "internacional" en un bar del pueblo con peregrinos de Albacete, Jaén, México, Bilbao, Inglaterra y Ginebra.

Barbadelo otro lugar a destacar, en un entorno maravilloso tranquilo y verde, en honor a la verdad el albergue municipal deja mucho que desear pero está el albergue rural A CASA DE CARMEN un lugar acogedor regentado por un matrimonio estupendo, Carmen tiene una mano especial para la cocina, deleite para los peregrinos que aciertan a quedarse en este lugar.

Entre Barbadelo y Mélide pernocto en Ventas de Narón albergue nuevo y limpio con una cocina fantástica pero ausente de menaje. Portomarín población que tuvo que ser trasladada de su antigua ubicación por la construcción del embalse de Belesar, hoy día cuando bajan las aguas aún se puede ver su antiguo puente romano sobre el río Miño. Pasando el puente medieval de Furelos en una taberna recubierta de maderas, me hacen un bocadillo con pan casero y embutido de la zona, acompañado de un vino de producción propia y la compañía del tabernero con su hija que me dan consejos sobre el Camino y sobre Mélide.

Mélide por otro lado me ofrece una tarde distendida en compañía de otros peregrinos, juntos degustamos el famoso pulpo a feira de esta ciudad, dicen el mejor de Galicia, un chocolate calentito antes de ir a dormir junto con una animada conversación nos preparan para un buen descanso en el albergue turístico O Apalpador I




Ya no duele nada, no hay cansancio, tampoco impaciencia, ahora tan solo disfrutar de cuanto el Camino me va sorprendiendo.


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